No es la edad, no es el tiempo, es la disposición interna que se tiene para dejarse golpear por las cosas, para dejarse abrazar por la vida.
No es el tiempo, es la apertura mental que se tenga para atreverse a la novedad, para comenzar lo que temías , para alcanzar lo inalcanzable.
No es el tiempo cronológico, sino el kairós que resuena dentro del alma el que enseña a escuchar el ritmo natural del universo.
No es el tiempo, es la apertura mental que se tenga para atreverse a la novedad, para comenzar lo que temías , para alcanzar lo inalcanzable.
No es el tiempo cronológico, sino el kairós que resuena dentro del alma el que enseña a escuchar el ritmo natural del universo.